Los gateways están conectados al servidor de red vía IP estándar y actúan como un puente transparente, simplemente convirtiendo paquetes RF en paquetes IP y viceversa.
Pueden gestionar múltiples grupos de dispositivos al mismo tiempo, aunque los gateways a menudo se implementan en grupos superpuestos. Los dispositivos enviarán sus señales como paquetes de RF para ser recogidos por cualquier gateway en el rango, con el dispositivo con mejor señal a la conexión del gateway, pasando el mensaje a la nube. Tener múltiples puertas de enlace agrega resistencia a una red en caso de que una de ellas falle.
Los gateways LoRaWAN pueden ser instalados y puestos en marcha para una red privada controlada por una compañía. Por ejemplo, se podría gestionar las comunicaciones en un depósito donde sea necesario medir los niveles o la presión del agua en lugares específicos. Recibiendo datos desde los sensores de nivel del agua remotamente colocados podría ser difícil, consumir tiempo y ser costoso, pero si los sensores están conectados de manera inalámbrica a la red LoRa entonces estos datos pueden ser recogidos de forma sencilla y entregados directamente a un portátil o a una App. El sensor necesitará una conexión inalámbrica para enviar los datos al gateway LoRa. El gateway enviará estos datos desde toda la matriz de los diferentes sensores a la nube para llegar por último a la App.